viernes, 19 de febrero de 2010

Cristo se acerca a nosotros

Muchos de vosotros, estoy segura, habéis leído ya el libro "Hasta la cumbre", del Padre Pablo Domínguez, quien hace ahora un año ascendiera a la cumbre del Moncayo, para continuar ese mismo día su Peregrinar hasta el Cielo. Leyendo entre sus páginas el capítulo referente a la Redención y a la Cruz, comprendo mejor, si es que se puede llegar a comprender, porqué el Señor vino al mundo hace 2010 años, nos amó y murió por nosotros en la Cruz...¡Qué osadía! ¿no? Pablo Domínguez nos invita a contemplar durante la Cuaresma la Cruz, el padecimiento de Jesús por Amor a nosotros de manera gratuita y extrema, a cambio de nada... y nos pide que meditemos esta frase:- "Antes de que tu me ames, yo te amo"-. Hasta que no experimentemos personalmente el misterio de la Cruz, no conoceremos verdaderamente a Cristo. Hasta que no contemplemos nuestra vida, con sus luces y sus sombras a la luz de la Cruz, hasta que no miremos a la Cruz y conectemos nuestro sufrimiento con el Suyo, no nos daremos cuenta de lo que realmente significó Su venida, Su muerte y Su Resurrección...El "Escándalo de la Cruz"...Tenemos que pedirle a Dios en la oración durante estos 40 días que nos conceda entrar en el misterio de la Cruz con sencillez, uniendo a él nuestra propia cruz, con paz, serenidad, generosidad y si es posible con alegría.

La Iglesia nos invita durante estos días a meditar de nuevo los textos de la Pasión durante los Oficios. Si, ya se que todos los años se leen las mismas lecturas, y que a veces piensas que duran mucho, pero cada año nuestro corazón está en un momento diferente y el Señor, a través de Su palabra revelada nos dice algo nuevo, hace que nos llame la atención más una frase que otra, un personaje del Evangelio que otro...Es palabra Viva...no lo olvidéis, el Señor nos habla a través de Su Palabra y no nos podemos hacer los sordos...Este año, a ti y a mi el Señor nos quiere decir algo "nuevo": Mira a Cristo con los ojos de un niño que no entiende ese gran misterio de humildad y de generosidad extrema que es la crucifixión del Hijo de Dios...Y que se pregunta: ¿Por qué está en la Cruz si era bueno? ¿Por qué Su Padre que es Dios no le salvó? ¿Por qué sufrió tanto? Mira en el interior de tu corazón y examina tu vida a la luz de la Cruz, replantéate sinceramente porqué sigues crucificándole año a año con tus pecados, con tu desconfianza, con tu falta de fe...Interrógate cómo es tu Amor a Cristo, a la Iglesia, su Cuerpo Místico y mira también a María...La primera "contemplativa"...aprende de su humildad, de cómo amó a Dios sobre todas las cosas, aceptando con serenidad y confianza la muerte de su Hijo y Su voluntad.

Dios nos dice todos los días en la Eucaristía: "Aquí tienes a Mi Hijo"...y a la luz del Evangelio, de la Cruz y de la Pasión de Cristo. Un año más, nos pregunta a cada uno de nosotros ¿Puedes vivir así? Anhelando el Cielo, aceptando la Cruz, amando y confiando profundamente en Dios...Sabiéndote que al año que viene volverás a entregarle como Judas, o a negarle como Pedro...Es un misterio, un reto, un ejemplo...Aprendamos de las oscuridades de los Santos y sobre todo del ejemplo de Jesús y María.

Artículo escrito por Arancha Felipes y publicado en http://www.onceu.es/opinion/375/Cristo-se-acerca-a-nosotros.

miércoles, 17 de febrero de 2010

Cuaresma 2010

Queridos Amigos:

Comenzamos, un año más, la Santa Cuaresma, ese "tiempo fuerte" que la Iglesia nos propone para profundizar en nuestras vidas, para renovar nuestro compromiso de cristianos y de cofrades. Es un tiempo muy especial para convertirnos al Señor, para vivir la Cuaresma con los ojos y el corazón puestos en la Cruz, en ese Cristo Crucificado que se entregó por amor, por cada uno de nosotros. “Me amó y se entregó a la muerte por mí”, nos dice el Apóstol San Pablo. Ojalá podamos repetir estas palabras cada día, reavivando de esta manera el misterio de la Cruz, esa entrega de Cristo por amor; “Cuerpo entregado y Sangre Derramada”.

Que como el poeta, podamos expresar nuestro amor a Cristo crucificado:
No me mueve, mi Dios, para quererte,
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.

Tú me mueves, Señor, muéveme el verte
clavado en esa Cruz y escarnecido,
muéveme el ver tu cuerpo tan herido,
muévenme tus afrentas y tu muerte.

Muéveme, en fin, tu amor de tal manera,
que, aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y, aunque no hubiera infierno, te temiera.

No me tienes que dar porque te quiera;
porque, aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero, te quisiera.

Vivamos con espíritu generoso y entrega fraterna este tiempo de Cuaresma, estos días en los que nos disponemos a acompañar a Cristo en su Pasión, Muerte y Resurrección. Que de verdad sintonicemos con los dolores de Jesús en su Vía-Crucis, en su camino doloroso hacia la Cruz.

Acompañemos también a María en estos momentos de dolor y soledad. Como el Apóstol San Juan permanezcamos unidos a María al pie de la Cruz.

Mensaje del Papa para la Cuaresma de 2010

Mensaje del Papa para la Cuaresma de 2010

Queridos hermanos y hermanas:

Cada año, con ocasión de la Cuaresma, la Iglesia nos invita a una sincera revisión de nuestra vida a la luz de las enseñanzas evangélicas. Este año quiero proponeros algunas reflexiones sobre el vasto tema de la justicia, partiendo de la afirmación paulina: La justicia de Dios se ha manifestado por la fe en Jesucristo (cf. Rm 3,21-22).

Justicia: "dare cuique suum"
Me detengo, en primer lugar, en el significado de la palabra "justicia", que en el lenguaje común implica "dar a cada uno lo suyo" - "dare cuique suum", según la famosa expresión de Ulpiano, un jurista romano del siglo III. Sin embargo, esta clásica definición no aclara en realidad en qué consiste "lo suyo" que hay que asegurar a cada uno. Aquello de lo que el hombre tiene más necesidad no se le puede garantizar por ley. Para gozar de una existencia en plenitud, necesita algo más íntimo que se le puede conceder sólo gratuitamente: podríamos decir que el hombre vive del amor que sólo Dios, que lo ha creado a su imagen y semejanza, puede comunicarle. Los bienes materiales ciertamente son útiles y necesarios (es más, Jesús mismo se preocupó de curar a los enfermos, de dar de comer a la multitud que lo seguía y sin duda condena la indiferencia que también hoy provoca la muerte de centenares de millones de seres humanos por falta de alimentos, de agua y de medicinas), pero la justicia "distributiva" no proporciona al ser humano todo "lo suyo" que le corresponde. Este, además del pan y más que el pan, necesita a Dios. Observa san Agustín: si "la justicia es la virtud que distribuye a cada uno lo suyo... no es justicia humana la que aparta al hombre del verdadero Dios" (De Civitate Dei, XIX, 21).

¿De dónde viene la injusticia?
El evangelista Marcos refiere las siguientes palabras de Jesús, que se sitúan en el debate de aquel tiempo sobre lo que es puro y lo que es impuro: "Nada hay fuera del hombre que, entrando en él, pueda contaminarle; sino lo que sale del hombre, eso es lo que contamina al hombre... Lo que sale del hombre, eso es lo que contamina al hombre. Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen las intenciones malas" (Mc 7,15. 20-21). Más allá de la cuestión inmediata relativa a los alimentos, podemos ver en la reacción de los fariseos una tentación permanente del hombre: la de identificar el origen del mal en una causa exterior. Muchas de las ideologías modernas tienen, si nos fijamos bien, este presupuesto: dado que la injusticia viene "de fuera", para que reine la justicia es suficiente con eliminar las causas exteriores que impiden su puesta en práctica. Esta manera de pensar ­advierte Jesús­ es ingenua y miope. La injusticia, fruto del mal, no tiene raíces exclusivamente externas; tiene su origen en el corazón humano, donde se encuentra el germen de una misteriosa convivencia con el mal. Lo reconoce amargamente el salmista: "Mira, en la culpa nací, pecador me concibió mi madre" (Sal 51,7). Sí, el hombre es frágil a causa de un impulso profundo, que lo mortifica en la capacidad de entrar en comunión con el prójimo. Abierto por naturaleza al libre flujo del compartir, siente dentro de sí una extraña fuerza de gravedad que lo lleva a replegarse en sí mismo, a imponerse por encima de los demás y contra ellos: es el egoísmo, consecuencia de la culpa original. Adán y Eva, seducidos por la mentira de Satanás, aferrando el misterioso fruto en contra del mandamiento divino, sustituyeron la lógica del confiar en el Amor por la de la sospecha y la competición; la lógica del recibir, del esperar confiado los dones del Otro, por la lógica ansiosa del aferrar y del actuar por su cuenta (cf. Gn 3,1-6), experimentando como resultado un sentimiento de inquietud y de incertidumbre. ¿Cómo puede el hombre librarse de este impulso egoísta y abrirse al amor?

Justicia y Sedaqad
En el corazón de la sabiduría de Israel encontramos un vínculo profundo entre la fe en el Dios que "levanta del polvo al desvalido" (Sal 113,7) y la justicia para con el prójimo. Lo expresa bien la misma palabra que en hebreo indica la virtud de la justicia: sedaqad,.
En efecto, sedaqad significa, por una parte, aceptación plena de la voluntad del Dios de Israel; por otra, equidad con el prójimo (cf. Ex 20,12-17), en especial con el pobre, el forastero, el huérfano y la viuda (cf. Dt 10,18-19). Pero los dos significados están relacionados, porque dar al pobre, para el israelita, no es otra cosa que dar a Dios, que se ha apiadado de la miseria de su pueblo, lo que le debe. No es casualidad que el don de las tablas de la Ley a Moisés, en el monte Sinaí, suceda después del paso del Mar Rojo. Es decir, escuchar la Ley presupone la fe en el Dios que ha sido el primero en "escuchar el clamor" de su pueblo y "ha bajado para librarle de la mano de los egipcios" (cf. Ex 3,8). Dios está atento al grito del desdichado y como respuesta pide que se le escuche: pide justicia con el pobre (cf. Si 4,4-5.8-9), el forastero (cf. Ex 20,22), el esclavo (cf. Dt 15,12-18). Por lo tanto, para entrar en la justicia es necesario salir de esa ilusión de autosuficiencia, del profundo estado de cerrazón, que es el origen de nuestra injusticia. En otras palabras, es necesario un "éxodo" más profundo que el que Dios obró con Moisés, una liberación del corazón, que la palabra de la Ley, por sí sola, no tiene el poder de realizar. ¿Existe, pues, esperanza de justicia para el hombre?

Cristo, justicia de Dios
El anuncio cristiano responde positivamente a la sed de justicia del hombre, como afirma el Apóstol Pablo en la Carta a los Romanos: "Ahora, independientemente de la ley, la justicia de Dios se ha manifestado... por la fe en Jesucristo, para todos los que creen, pues no hay diferencia alguna; todos pecaron y están privados de la gloria de Dios, y son justificados por el don de su gracia, en virtud de la redención realizada en Cristo Jesús, a quien exhibió Dios como instrumento de propiciación por su propia sangre, mediante la fe, para mostrar su justicia (Rm 3,21-25).

¿Cuál es, pues, la justicia de Cristo? Es, ante todo, la justicia que viene de la gracia, donde no es el hombre que repara, se cura a sí mismo y a los demás. El hecho de que la "propiciación" tenga lugar en la "sangre" de Jesús significa que no son los sacrificios del hombre los que le libran del peso de las culpas, sino el gesto del amor de Dios que se abre hasta el extremo, hasta aceptar en sí mismo la "maldición" que corresponde al hombre, a fin de transmitirle en cambio la "bendición" que corresponde a Dios (cf. Ga 3,13-14). Pero esto suscita en seguida una objeción: ¿qué justicia existe dónde el justo muere en lugar del culpable y el culpable recibe en cambio la bendición que corresponde al justo? Cada uno no recibe de este modo lo contrario de "lo suyo"? En realidad, aquí se manifiesta la justicia divina, profundamente distinta de la humana. Dios ha pagado por nosotros en su Hijo el precio del rescate, un precio verdaderamente exorbitante. Frente a la justicia de la Cruz, el hombre se puede rebelar, porque pone de manifiesto que el hombre no es un ser autárquico, sino que necesita de Otro para ser plenamente él mismo. Convertirse a Cristo, creer en el Evangelio, significa precisamente esto: salir de la ilusión de la autosuficiencia para descubrir y aceptar la propia indigencia, indigencia de los demás y de Dios, exigencia de su perdón y de su amistad.

Se entiende, entonces, como la fe no es un hecho natural, cómodo, obvio: hace falta humildad para aceptar tener necesidad de Otro que me libere de lo "mío", para darme gratuitamente lo "suyo". Esto sucede especialmente en los sacramentos de la Penitencia y de la Eucaristía. Gracias a la acción de Cristo, nosotros podemos entrar en la justicia "más grande", que es la del amor (cf. Rm 13,8-10), la justicia de quien en cualquier caso se siente siempre más deudor que acreedor, porque ha recibido más de lo que podía esperar.

Precisamente por la fuerza de esta experiencia, el cristiano se ve impulsado a contribuir a la formación de sociedades justas, donde todos reciban lo necesario para vivir según su propia dignidad de hombres y donde la justicia sea vivificada por el amor.

Queridos hermanos y hermanas, la Cuaresma culmina en el Triduo Pascual, en el que este año volveremos a celebrar la justicia divina, que es plenitud de caridad, de don y de salvación. Que este tiempo penitencial sea para todos los cristianos un tiempo de auténtica conversión y de intenso conocimiento del misterio de Cristo, que vino para cumplir toda justicia. Con estos sentimientos, os imparto a todos de corazón la bendición apostólica.

jueves, 11 de febrero de 2010

¡Enhorabuena a Verónica y Juan!

El pasado sábado, 6 de Febrero, contrajo matrimonio nuestra Hermana Cofrade Verónica Carranza González con Juan. La celebración fue en Ponferrada. Desde estas líneas, les deseamos lo mejor para el nuevo camino que han emprendido y pedimos al Señor, por intercesión de Santa Elena, que les colme de gracias y bendiciones. Que esta nueva etapa que han comenzado sea un camino marcado por el sello de la paz y el amor.

¡Enhorabuena, Verónica y Juan!

miércoles, 3 de febrero de 2010

Hermandad de Cofradías

La Hermandad de Cofradías de nuestro pueblo se reunió el pasado 22 de Enero con Don Rafael Núñez Pastor, -párroco de la localidad-, para trabajar en la organización de los actos de Cuaresma y Semana Santa.

Un año más, tendremos la oportunidad de celebrar ese camino hacia la Pascua con diversos actos de piedad y otras celebraciones. Os iremos informando de los actos e ideas que en esta reunión se han tratado.

Nuestra Cofradía estuvo representada por Doña Maria José Valdés Nieto, Doña Natividad Cabezudo Nieto y Don Luis Antonio Curiel Calleja.

51 Campaña de Manos Unidas

Manos Unidas inicia su Campaña 51, enmarcada dentro de las Bodas de Oro que este año celebra la Organización, continuación del aniversario celebrado el pasado año con motivo de su 50 Campaña. Bajo el lema "Contra el hambre, defiende la Tierra", Manos Unidas nos invita a que aportemos nuestro granito de arena para contribuir a construir un mundo más justo y más humano, la casa de todos.

Este año 2010, la campaña anual de Manos Unidas de nuestro pueblo de Baltanás se centrará en un proyecto de desarrollo para Haití, concretamente en la promoción de la crianza de ganado vacuno. Manos Unidas lleva más de 30 años trabajando en este país de América Central, por lo que conoce perfectamente sus necesidades.

Durante estos días, varias voluntarias de Manos Unidas de nuestro pueblo han salido a las calles para invitar a todos los vecinos a colaborar con este proyecto. Les han entregado un sobre azul para que depositen sus donativos y les han ofrecido información sobre la labor de Manos Unidas.

Además, el próximo día 12 se celebrará el Ayuno Voluntario de Manos Unidas con una Eucaristía. Será a las 19:00 horas en la Parroquia de San Millán. El domingo, día 14, Baltanás se unirá al resto de España para celebrar la Jornada Nacional de Manos Unidas. A partir de las 11:00 horas, tendremos un Gesto Solidario a favor de Haití en la Calle El Carmen. A las 13:00 horas, se celebrará la Eucaristía solemne de Manos Unidas. A continuación, hacia las 13:45 horas, leeremos un Manifiesto en la Plaza de España. Como colofón, a las 19:00 horas, se proyectará la película "Maximilian Kolbe", en el Cine-Cooperativa "San Millán". Durante la película, también se proyectará el Documental de Manos Unidas y se celebrará una Rifa Benéfica.

Desde este espacio, invitamos a todos los vecinos a colaborar por la causa y ayudar, en la medida de nuestras posibilidades, a esos hermanos de Haití que tantas necesidades tienen. ElSeñor premiará nuestra generosidad.

Cumpleaños Febrero

Un nuevo mes nos invita a orar por nuestros Hermanos Cofrades, especialmente por aquellos que durante los próximos días cumplirán años. En este mes nos unimos en el recuerdo y en la oración a los siguientes cofrades, por orden de cumpleaños:

-Día 2: Álvaro Maté Fombellida.
-Día 7: Lucía Frías Fuentes.
-Día 11: Araceli Fombellida Nieto.
-Día 19: Nahikari Pérez Calleja.
-Día 20: Montserrat Cancho Alejos.
-Día 25: Diego Benito Cancho.
-Día 26: Sheila Domínguez Fombellida.
-Día 27: María Brunet Álvarez de Sotomayor.

Pedimos a Nuestro Padre Jesús Nazareno que acompañe a nuestros hermanos cofrades en su caminar de cada día, que les bendiga y proteja en todos los momentos de su vida.

¡Gracias por vuestra entrega generosa y por vuestro compromiso!