Salutación
Virgen del Carmen, queremos, a lo largo de estas jornadas, andar el
camino de la plegaria y de la reflexión hacia una meta: La de conocerte
más y amarte mejor. Ilumínanos, Señora de la Luz, para redescubrirte
cada día en el misterio de Cristo y de la Iglesia. Haz que, a través de
la experiencia espiritual del Carmelo, te contemplemos como Virgen
orante que nos enseña a acoger, meditar, vivir y proclamar la Palabra de
Dios, y como Madre espiritual que acompaña el desarrollo de nuestra
existencia hasta la plenitud en Cristo. Así sea.
Momento Evangélico
Escribe San Lucas:
“Cuando entraban (en el templo) con el Niño
Jesús sus padres, Simeón los bendijo diciendo a María: Mira: éste está
puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; será como una
bandera discutida: así quedará clara la actitud de muchos corazones. Y a
Tí una espada te traspasará el alma”.
*La profecía del anciano
Simeón, recogida en este pasaje de San Lucas, tendrá puntual
cumplimiento a lo largo de la vida de nuestra Señora. Espada será el
destierro a Egipto, la pobreza de Nazareth, la pérdida de Jesús en el
Templo, la separación del Hijo durante su evangelización... Pero la
espada del vaticinio desgarrará sobre todo las entrañas maternales de
María en la pasión y muerte de su Hijo. María, junto a la cruz de
Cristo, se convierte en la Dolorosa, en la Reina de los mártires.
*Dios no ha creado el dolor, ni el hombre fue creado para el
sufrimiento. Fue el pecado original el que introdujo en la familia
humana el dolor con su larga caravana de torturas físicas y sufrimientos
morales. Cristo asumió voluntariamente el dolor, haciéndolo instrumento
de redención. Desde entonces el enigma del sufrimiento se descifra,
siquiera parcialmente; y el hombre tiene el privilegio de poder
completar lo que falta a los padecimientos de Cristo, sufriendo por su
Cuerpo que es la Iglesia. El dolor antinatural, se cambia así en
sobrenatural: corredentor.
*Nos recuerda Pío XII que por el
Escapulario estamos consagrados al Corazón de María: un Corazón
traspasado por la espada del sufrimiento. Este vestido mariano nos
vincula a la familia del Carmelo. En ella, sus más relevantes figuras
han buscado siempre el “padecer”, sabiendo como sabían aquello que: “En
la cruz está la Vida y el consuelo y que ella sola es el camino para el
cielo”.
Invocaciones
ROSA
DEL CARMELO, perfúmanos en el alma y cuerpo, para que seamos buen olor
de Cristo en medio de nuestros hermanos. (Ave María)
ESTRELLA DEL
MAR, conduce nuestra barquilla en la noche oscura del destierro hasta
las playas luminosas de la Patria. (Ave María)
REINA DEL CIELO, que
un día, junto a ti, gocemos en la eternidad y proclamemos la grandeza
del Señor, porque el Poderoso hizo en ti maravillas. (Ave María)
(Pídase la Gracia que se desea alcanzar)
Plegaria Universal
Oremos, hermanos, a Dios Padre, que no perdonó a su propio Hijo, sino
que lo entregó a la pasión y muerte, y digámosle con el más vivo
reconocimiento:
Por los dolores de tu Madre, te lo pedimos, Señor.
-Para que la Iglesia, esposa de Cristo Crucificado, peregrinando entre
persecuciones, anuncie valerosamente la cruz del Señor hasta que vuelva.
Por los dolores de tu Madre, te lo pedimos, Señor.
-Para que los que sufren en el mundo la guerra, el hambre las
discriminaciones raciales... encuentren consuelo en María, su Madre.
Por los dolores de tu Madre, te lo pedimos, Señor.
-Para que los perseguidos por la fe cristiana iluminen sus penalidades con el resplandor de la cruz de Cristo.
Por los dolores de tu Madre, te lo pedimos, Señor.
-Para que nuestros enfermos se sientan aliviados en sus dolores por la
que es Salud de los enfermos y Consoladora de los afligidos.
Por los dolores de tu Madre, te lo pedimos, Señor.
-Para que nosotros, los cristianos, sepamos asumir el sufrimiento asociándolo al suplicio redentor de Jesús Crucificado.
Por los dolores de tu Madre, te lo pedimos, Señor.
-Para que cuantos murieron con el Escapulario y sufren las penas del purgatorio, entren ya de la Gloria de Cristo.
Por los dolores de tu Madre, te lo pedimos, Señor.
(Añadamos, en silencio, nuestras intenciones personales).
Oración
Te suplicamos, Señor, que nos asista con su intercesión poderosa la
Santísima Virgen María y Reina del Carmelo, para que, guiados por su
ejemplo y protección, lleguemos hasta la cima del monte de la perfección
que es Cristo. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
Conclusión
Muchos hombres y mujeres se han hecho santos cultivando
día a día el amor a la Virgen. “Un espléndido ejemplo de esta
espiritualidad mariana, que modela interiormente a las personas y las
configura a Cristo, primogénito entre muchos hermanos, son los
testimonios de santidad y de sabiduría de tantos santos y santas del
Carmelo, todos creciendo a la sombra y bajo la tutela de la Madre” (Juan
Pablo II.
La devoción auténtica a la Virgen no les ha llevado a un
sentimentalismo estéril y transitorio, sino que ha brotado de la fe y se
ha expresado en el amor filial y en el deseo de imitarla en sus
virtudes.
Nosotros hemos querido, en estos días, mirar el rostro de
la Virgen, para descubrir en ese rostro a Jesús, amar a Jesús y seguir a
Jesús. Un ejercicio tan sencillo como es la “novena”, nueve días de
camino y de encuentro comunitario, nos ha permitido mirar y admirar a la
Madre, y aprender a mirar el mundo con el cariño y el amor que Dios lo
mira.
Que María haga de nosotros hombres y mujeres de hoy, que
vivamos el momento presente, con las luces y sombras de hoy, con
valentía y con lucidez, sin avergonzarnos de ser amigos de Jesús. Que
haga de nosotros personas creativas y con la esperanza siempre puesta en
el corazón, capaces de servir con lo mejor que tenemos, como
contemplábamos en estos días en María.
Y como veíamos en estos días
el Escapulario es don de la Madre del Carmelo y una tarea, de ser
santos, ser testigos de la luz de Cristo. Vayamos con María, gozosos al
encuentro de nuestros hermanos, siendo testigos visibles del amor de
Cristo en medio de ellos.