Hermanos, la Palabra de Dios sigue resonando en nuestros corazones, nos recuerda que Cristo Vive, que está presente en todos los hombres y mujeres de buena voluntad…
Quizás en este tiempo nos sentimos un poco como Santo Tomás en el Evangelio de hoy, nos cuesta descubrir Tu Presencia en nuestro mundo, nos cuesta encontrarte en medio de tanto dolor y sufrimiento… Y en medio de esas dudas, Te haces presente, Te haces el encontradizo, nos invitas a ser testigos de Tu Resurrección, del Amor de Dios al mundo…
Señor, danos fuerzas para seguir caminando, para no desfallecer, para ser testigos de la esperanza en medio de tanto dolor y tristeza… Porque Tu Misericordia es eterna, porque creemos que Tú eres el Camino, la Verdad y la Vida…
Hermanos, ¡Cristo Vive, Él es nuestra Esperanza!
¡Seamos testigos valientes y decididos de la Resurrección!
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