En medio del camino cuaresmal, conviene que hagamos un alto en nuestras vidas para ver cómo estamos viviendo este tiempo de gracia. Un tiempo "fuerte" marcado por la oración, el ayuno y la limosna. Vivamos con verdadera entrega este camino cuaresmal, acompañemos a Cristo en su Pasión y Muerte, permanezcamos muy unidos a la Virgen en su soledad. Así, ya en la Pascua, seremos hombres nuevos, resucitaremos a una vida nueva.
jueves, 11 de marzo de 2010
La Cuaresma, tiempo de gracia...
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