sábado, 11 de abril de 2020

Sábado Santo 2020: ¡Adoramos, Señor, Tu Cuerpo Herido!

Señor, en la mañana del Sábado Santo, acompañamos tu cuerpo muerto, depositado a los pies de Nuestra Madre Dolorosa. Un acto íntimo, emocionante, en el que nos conmueve ver tu cuerpo herido, sin vida… Una iniciativa promovida por nuestra Cofradía hace dos décadas y que cada año tiene mayor acogida. Porque todos los que se encuentran Contigo, salen tocados… Tú no dejas indiferente a nadie. Por eso, en esta mañana tu imagen sigue presente en nosotros, porque cada vez que veneramos tu cuerpo yacente se nos graba a fuego en el corazón…

Y en nuestra Cofradía entendemos bien que una fe sin obras es una fe muerta. Por eso, cada mañana del Sábado Santo también manifestamos nuestra entrega con un acto público en el que interpelamos a la caridad de nuestros vecinos. Los más pobres y necesitados están especialmente presentes en la vida de la Cofradía, por eso cada Sábado Santo recogemos alimentos, juguetes, material escolar y productos para la higiene personal para aquellos que más lo necesitan. También solicitamos donativos para colaborar con los distintos proyectos de desarrollo de Manos Unidas. Este año no será posible, pero desde hace unos días venimos colaborando para ayudar a los que más lo necesitan ante esta pandemia que nos asola… Son gestos sencillos, que conmueven el corazón de tus hijos, que nos abren a estar cerca de aquellos que más sufren…

Y en este Sábado Santo, también celebramos nuestra comida de hermandad, con las patatas guisadas y las torrijas que preparan con tanto cariño nuestros hermanos… Un acto sencillo, que nos permite seguir caminando juntos… Este año, Señor, no podremos comer juntos, pero cuando pase todo esto nos volveremos a reunir para celebrar la fe y la vida…

Además, cada tarde del Sábado Santo, toca recoger todos los Pasos y preparar con ilusión el Niño de Pascua, que procesionan nuestros niños. Una tarde de esfuerzo y sacrificio, donde todo vuelve a su sitio, pero nuestro corazón sigue esperando la noticia gozosa de la Resurrección…

También en esta tarde de Sábado Santo, un grupo de nuestra Cofradía acude cada año a la Procesión de las Vírgenes de Palencia, acompañando y portando con devoción a Nuestra Madre la Virgen de la Amargura, de nuestros queridos Hermanos del Nazareno. Una experiencia sentida, en la que todos se sienten acogidos,… Y es que el corazón de la Madre es muy grande y no deja indiferentes a sus hijos… ¡¡Gracias por compartir esta experiencia de fe!!

La jornada termina con la Vigilia Pascual, el acto central para los Cristianos. Necesitamos beber cada año en las fuentes de agua viva, ser iluminados por Cristo Resucitado, que da sentido a nuestras vidas y a nuestras acciones. Por ello, hoy esperamos en silencio orante el gozo de la Resurrección, para que la Luz de Cristo llegue a todos los rincones del mundo y haga nuevas todas las cosas…

No hay dolor comparable al de la Madre con el Hijo muerto en su regazo. Pero en María no hay quejas, no hay odio, sólo hay amor. En silencio sufre, llora, perdona, ama y se ofrece. María contempla y acaricia aquellas llagas santas, las besa. Cada herida, cada llaga desgarra el corazón de la Madre.
                  
¡No hay dolor comparable a tu dolor, Madre!. Treinta años de cuidados maternales, de amorosa vigilancia, de consagración sin regateos. Tú nos lo entregaste hace tan sólo tres años lleno de vigor. ¡Éste es el precio de nuestra salvación!.
Perdónanos Madre, porque nosotros hemos sido la causa de la pasión y muerte de tu Hijo.

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.










No hay comentarios:

Publicar un comentario