domingo, 10 de julio de 2016

Novena en Honor a Nuestra Madre la Virgen del Carmen. Día 3: La Bienaventurada Virgen María, la Virgen de Caná.

Salutación
Virgen del Carmen, queremos, a lo largo de estas jornadas, andar el camino de la plegaria y de la reflexión hacia una meta: La de conocerte más y amarte mejor. Ilumínanos, Señora de la Luz, para redescubrirte cada día en el misterio de Cristo y de la Iglesia. Haz que, a través de la experiencia espiritual del Carmelo, te contemplemos como Virgen orante que nos enseña a acoger, meditar, vivir y proclamar la Palabra de Dios, y como Madre espiritual que acompaña el desarrollo de nuestra existencia hasta la plenitud en Cristo. Así sea.

Momento Evangélico
Escribe San Lucas:
“Había una boda en Cana de Galilea y la Madre de Jesús estaba allí; Jesús y sus discípulos estaban también invitados a la boda. Faltó vino y la Madre de Jesús le dijo: No les queda vino. Jesús contestó: Mujer, déjame, todavía no ha llegado mi hora, Su Madre dijo a los sirvientes: Haced lo que El os diga... En Galilea Jesús comenzó sus signos”.

*María aparece en esta escena evangélica ayudando a unos recién casados que durante el banquete nupcial están al borde del ridículo por la falta de vino.
María acude discretamente a Jesús pidiéndole remedio, aun a costa de un milagro. Y consigue de Cristo el “signo”, después de una aparente negativa. El gesto de María nos habla de un corazón rebosante de amor fraterno. Ha sido la caridad, hecha delicadeza, la que ha puesto en labios de la Madre la súplica que desata la omnipotencia del Hijo.

*Parece impertinente recordar que el amor fraterno es el mandamiento nuevo de Cristo. Pero hay que repetirlo con oportunidad o sin ella, pues a menudo olvidamos en la practica lo que hemos de saber en teoría. Cristo había dado pruebas incontrastables de amor a los hombres con su encarnación, con su vida, con su mensaje, con su pasión y muerte y tenía derecho a exigirnos a los hombres el amor de los unos para con los otros. Así nos lo mandó reiteradamente en su testamento.
Los cristianos hemos de ir superando nuestro egoísmo, para llegar a la sublime meta de la caridad fraterna; un amor que ha de estar entretejido, como el de María, de comprensión, delicadeza y servicio.

*Se ha llamado al Escapulario “signo de hermandad”. Vivamos, pues, lo que el vestido de María simboliza. Que cuantos llevamos la librea de carmelita tengamos una sola alma y un solo corazón.


Invocaciones
ROSA DEL CARMELO, perfúmanos en el alma y cuerpo, para que seamos buen olor de Cristo en medio de nuestros hermanos. (Ave María)
ESTRELLA DEL MAR, conduce nuestra barquilla en la noche oscura del destierro hasta las playas luminosas de la Patria. (Ave María)
REINA DEL CIELO, que un día, junto a ti, gocemos en la eternidad y proclamemos la grandeza del Señor, porque el Poderoso hizo en ti maravillas. (Ave María)

(PÍDASE LA GRACIA QUE SE DESEA ALCANZAR)

Plegaria Universal
Elevemos nuestra oración al Dios Amor en manos de María, la Madre del amor Hermoso, y pidámosle por las necesidades de todos los hombres, nuestros hermanos, diciendo con fe:
Que interceda por nosotros la Reina del Carmelo
-Para que la Iglesia, se alce en el mundo de hoy como signo radiante de amor de Dios y a los hombres con su predicación y con sus obras,
Que interceda por nosotros la Reina del Carmelo.
-Para que todos los gobernantes de las naciones trabajen sin descanso por la implantación de una paz estable entre los pueblos.
Que interceda por nosotros la Reina del Carmelo.
-Para que todos los cristianos, unidos siempre en la caridad, busquen la verdad por el camino del diálogo,
Que interceda por nosotros la Reina del Carmelo.
-Para que cuantos se han consagrado al apostolado de la caridad en la vida religiosa no desmayen en su entrega a los demás,
Que interceda por nosotros la Reina del Carmelo.
-Para que todos los hijos de María aprendamos de nuestra Madre, a pensar en las necesidades del hermano, como hizo en las bodas de Cana de Galilea,
Que interceda por nosotros la Reina del Carmelo..
Para que nuestros difuntos, entren a formar parte en la gran familia de los bienaventurados.
Que interceda por nosotros la Reina del Carmelo.
(Añadamos, en silencio, nuestras intenciones personales).

Oración
Te suplicamos, Señor, que nos asista con su intercesión poderosa la Santísima Virgen María y Reina del Carmelo, para que, guiados por su ejemplo y protección, lleguemos hasta la cima del monte de la perfección que es Cristo. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.


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