viernes, 15 de julio de 2016

Novena en Honor a Nuestra Madre la Virgen del Carmen. Día 8: La Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo.

Salutación
Virgen del Carmen, queremos, a lo largo de estas jornadas, andar el camino de la plegaria y de la reflexión hacia una meta: La de conocerte más y amarte mejor. Ilumínanos, Señora de la Luz, para redescubrirte cada día en el misterio de Cristo y de la Iglesia. Haz que, a través de la experiencia espiritual del Carmelo, te contemplemos como Virgen orante que nos enseña a acoger, meditar, vivir y proclamar la Palabra de Dios, y como Madre espiritual que acompaña el desarrollo de nuestra existencia hasta la plenitud en Cristo. Así sea.

Momento Evangélico
Escribe San Juan:
“Junto a la cruz de Jesús estaban su Madre, la hermana de su Madre, María de Cleofás, y María la Magdalena. Jesús, al ver a su Madre y cerca al discípulo que tanto quería, dijo a su Madre: 'Mujer, ahí tienes a tu hijo'. Luego dijo al discípulo: 'Ahí tienes a tu Madre'. Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa”.

*Cristo, moribundo, provee a la próxima soledad de su Madre, encomendándola a los cuidados filiales del discípulo amado. María será en adelante la Madre de Juan. Y Juan será el hijo de María. Pero las palabras de Cristo agonizante tiene un sentido más universal. La Iglesia se ve representada en la persona de Juan y recibe como suyo el testamento: Ahí tienes a tu Madre. A su vez el Carmelo se contempla prefigurado en Juan, recibiendo así a María como Madre espiritual de la Orden.

*Los miembros de la Familia Carmelita sabemos que el marianismo es una nota esencial de nuestra vocación. Hemos nacido espiritualmente de la Virgen. Ella, como hacen las buenas madres con sus hijos, nos ha alimentado, nos ha vestido, nos ha amparado en las horas de peligro.
Se ha afirmado que el Carmelo es “todo de María”, mariano por su origen, mariano por su historia, mariano por su tradición, mariano por su espiritualidad, mariano por su apostolado, mariano por su Escapulario...Y así lo vivieron: Santa Teresa de Jesús, con su cariño tierno y misionero hacia la Madre; San Juan del Cruz y su mirada permanente al misterio de María para aprender a dejarse guiar por el Espíritu, y tantos hermanos y hermanas, han seguido haciendo alianza con la Madre a través de los tiempos.

*El Escapulario se convierte en signo de alianza y de comunión recíproca entre María y los fieles (Juan Pablo II). El Escapulario, por su sencillez, nos habla de las cosas de cada día, pero, con una rica expresividad que lo convierte en patrimonio de los pobres de la tierra, habla de alianza con todos los pueblos y de la comunión de hermandad entre nosotros. El Escapulario es una parábola de comunión, porque es regalo de una Mujer que besa cada día nuestra herida y nos acerca de forma entrañable, en su ser de mujer, la ternura de Dios Trinidad.

Invocaciones
ROSA DEL CARMELO, perfúmanos en el alma y cuerpo, para que seamos buen olor de Cristo en medio de nuestros hermanos.(Ave María)
ESTRELLA DEL MAR, conduce nuestra barquilla en la noche oscura del destierro hasta las playas luminosas de la Patria. (Ave María)
REINA DEL CIELO, que un día, junto a ti, gocemos en la eternidad y proclamemos la grandeza del Señor, porque el Poderoso hizo en ti maravillas. (Ave María)

(PÍDASE LA GRACIA QUE SE DESEA ALCANZAR)

Plegaria Universal
Invoquemos, hermanos, a Dios, nuestro Padre, que nos ha dado a María por Madre y digámosle con profunda gratitud:
Por el don de María, su Madre, el Carmelo te aclama, Señor.
-Para que la Iglesia, a imitación de la Madre del Señor, por la virtud del Espíritu Santo, conserve virginalmente una fe íntegra, una esperanza sólida y una caridad sincera,
Por el don de María, su Madre, el Carmelo te aclama, Señor.
-Para que todos los hombres experimenten la mano protectora de María, su Madre en los momentos de dificultad, de tentación y de caída,
Por el don de María, su Madre, el Carmelo te aclama, Señor.
-Para que la familia del Carmelo mantenga siempre viva la vocación mariana en su ser y en su obrar,
Por el don de María, su Madre, el Carmelo te aclama, Señor.
-Para que cuantos llevan el Escapulario, vivan la consagración a María en él simbolizada y trabajen por su salvación con respeto y sinceridad, desechando falsas confianzas,
Por el don de María, su Madre, el Carmelo te aclama, Señor.
-Para que nuestros hermanos difuntos, logren cuanto antes gozar de la compañía de su Madre en el lugar del consuelo, de la luz y de la paz,
Por el don de María, su Madre, el Carmelo te aclama, Señor.

Oración
Te suplicamos, Señor, que nos asista con su intercesión poderosa la Santísima Virgen María y Reina del Carmelo, para que, guiados por su ejemplo y protección, lleguemos hasta la cima del monte de la perfección que es Cristo. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.


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