sábado, 13 de junio de 2015

Fiesta del Inmaculado Corazón de María


El Sábado siguiente a la Fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, la Iglesia celebra el Inmaculado Corazón de María.

¿Qué es la Consagración al Inmaculado Corazón de María?
Una promesa de amor en donde se le da todo lo que la familia es, tiene y hace a Jesús a través del Corazón Inmaculado de la Virgen María, para vivir plenamente entregados a la voluntad del Padre.
La familia se abandona en las manos de la Virgen María para que Ella ejerza su papel de Madre espiritual, de Mediadora de las gracias, de Abogada y de Reina.
La meta final de toda consagración es Jesús; la Virgen María es el medio eficaz para alcanzar mayor unión con Cristo y es fuente de protección maternal contra el mal.
Por medio de la consagración, los miembros de la familia han de llegar a ser como San José, totalmente dedicados a Jesús y a María.
Deben pedir a Dios la gracia de vivir fieles a esta consagración, reconociendo que pertenecen a los Corazones de Jesús y de María, quienes han de ser el centro de cada aspecto de sus vidas, decisiones, relaciones, etc.


¿Cuáles son los frutos de la Consagración al Inmaculado Corazón de María?
Permitirá a la Virgen Santísima usar libremente su poder de intercesión y de santificación para el crecimiento de su familia en la gracia.
La Virgen respeta la voluntad de cada uno y por eso espera a que la familia se consagre libremente para entonces ejercer su misión plenamente.

ORACIÓN DE CONSAGRACIÓN INDIVIDUAL
¡Oh, Virgen mía, Oh, Madre mía!
Yo me ofrezco enteramente a tu Inmaculado Corazón
y te consagro mi cuerpo y mi alma,
mis pensamientos y mis acciones.

Quiero ser como Tú quieres que sea,
hacer lo que Tú quieres que haga.
No temo, pues siempre estás conmigo.
Ayúdame a amar a tu Hijo Jesús,
con todo mi corazón y sobre todas las cosas.
Pon mi mano en la tuya para que esté siempre contigo...
Amén.


ORACIÓN DE CONSAGRACIÓN FAMILIAR
¡Oh, Virgen María!
Queremos consagrar hoy nuestro hogar y cuantos
lo habitan a vuestro Purísimo Corazón.

Que nuestra casa, como la tuya de Nazaret,
llegue a ser un oasis de paz y felicidad por:
- el cumplimiento de la voluntad de Dios,
- la práctica de la caridad,
- y el abandona a la Divina Providencia,

Que nos amemos todos como Cristo nos enseñó.

Ayúdanos a vivir siempre cristianamente, y envuélvenos en tu ternura.

Te pedimos por los hijos que Dios nos ha dado (se citan los nombres)
para que los libres de todo mal y peligro de alma y cuerpo,
y los guardes dentro de Tu Corazón Inmaculado.

Dígnate, Madre nuestra, transformar nuestro hogar en un pequeño cielo,
consagrados todos a vuestro Corazón Inmaculado...

Amén.

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