Ojalá el fervor de estos días, oculto bajo el capirote y la túnica, sea una verdadera vivencia de esos nobles sentimientos que todos llevamos en el corazón. Porque cada uno, a su manera pero con un mismo sentir, vive desde su interior esos sentimientos de penitencia, sacrificio, ofrenda,... Que de verdad ese sentimiento de cofrades se manifieste en cada momento de nuestras vidas...
Las imágenes muestran la Procesión del Jueves Santo a su paso por la Calle San Millán. A buen seguro, recordar estos momentos nos interpelará a lo más hondo de nuestro corazón.


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